En medio de una intensa ola de calor en Monterrey, los usuarios del transporte público enfrentan condiciones que podrían compararse a las de un sauna.
Tanto en los vagones del metro como en los autobuses, muchos viajeros se ven afectados por la falta de sistemas de aire acondicionado o por una ventilación insuficiente.
El transporte público se ha convertido en un verdadero problema para los ciudadanos, quienes no solo tienen que lidiar con las largas esperas, sino también con unidades abarrotadas que empeoran la sensación térmica.
Ante estas circunstancias adversas, los usuarios recurren a diversos métodos para tratar de mitigar el calor. Desde abanicos manuales y pedazos de papel hasta abanicos eléctricos de última generación e incluso botellas de agua helada, cada persona busca su propia solución.