Al terminar la canícula se plantarán árboles nativos en La Alameda, lo cual se suma a labores de Servicios Públicos para darle una mejor cara a este espacio en el que además se desarrollarán las actividades recreativas del programa “Alameda de Pinta”.
El Ayuntamiento de Monterrey se encuentra en plena preparación de un ambicioso plan para revitalizar y dar otra imagen a la querida Alameda de Monterrey.
Este emblemático parque está pasando por momentos difíciles por los efectos de la sequía y el calor extremo que se vive en la ciudad y es precisamente por eso que el Gobierno liderado por el alcalde Luis Donaldo Colosio Riojas está enfocado en protegerlo mediante una serie de medidas contundentes.
Entre estas acciones, destaca la reforestación de todo el territorio de jardines de este espacio, considerando varias especies de flora nativa.
Para ello ya se cuenta con un censo de árboles y aves que habitan en la zona, para definir las acciones a realizar.
Este plan de arborización se realizará una vez que la canícula haya pasado, con el fin de asegurar la efectividad de estas acciones.
Por supuesto, ya están en marcha diversas iniciativas a cargo de la Secretaría de Servicios Públicos de Monterrey. Estas incluyen la limpieza minuciosa de aceras, jardines y calles adyacentes, así como la desobstrucción de alcantarillas en los alrededores, utilizando tecnología de hidrojets, un equipo especial que recientemente se ha sumado a los recursos de la mencionada Secretaría.
Adicionalmente, la primera jornada del programa “Alameda de Pinta” ha sido todo un éxito. Este innovador programa aprovecha la Alameda como sede para una variedad de actividades deportivas, culturales y recreativas dirigidas a todas las familias regiomontanas, y se llevará a cabo un domingo al mes. Una iniciativa que ha generado gran expectativa y entusiasmo entre los ciudadanos.
Con estas acciones, el Gobierno de Monterrey demuestra su compromiso inquebrantable con la preservación de espacios naturales y de recreación, creando un vínculo más fuerte entre la comunidad y la amada Alameda. La esperanza es que, con el esfuerzo conjunto, la Alameda florezca nuevamente como un oasis en medio de la urbe y se convierta en un refugio para la biodiversidad y la convivencia ciudadana.